jueves, 2 de agosto de 2012

Always, parte 8 ( Carla )

Una vez ya sentados en los sofás. Entró una joven mujer, que no tenía más de 30 años y con traje de sirvienta. Cuando ya estubo enfrente de nosotros, con una amable y bonita sonrisa nos pidió si queríamos algo de beber.
-Traenos Champán Marisa.
-Enseguida, señor.
-Bueno Mike, ¿ que puedo hacer por vosotros ?
-¿ Tenemos que ir tan rápido ? Disfrutemos un poco de la noche ¿ no ?
-Querido amigo, es tarde y mañana temprano tengo que acabar de cerrar unos cuantos tratos, así que si no te importa... decidme el motivo de esta agradable visita.
-Bueno vale, ¿ te acuerdas de que me debes un gran favor ?- En ese momento vino Marisa con un champán y cuatro vasos, los lleno y se marchó. En ese momento era todo silencio, pero encuanto se marchó Ron, retomo la conversación:
-Me acuerdo perfectamente, me salvaste la vida.
-Sí, bueno pues desde que te salvamos a mí y a mi hijo nos han estado persiguiendo esos tíos, por eso hace tanto tiempo que no sabes de nosotros. Esta noche mi hijo y esta joven habían salido y los han disparado. Como bien sabes, la gente no debe saber nada de este asunto, tú serías el primer perjudicado y no te haría ninguna gracia volver a estar metido en esto... Así que, hemos tenido que decirle a sus padres que ella ha fallecido. Por supuesto, tienen que identificar el cádaver y para ello necesitamos una de tus pastillas milagrosas.
-Entiendo... ¿ Para cuando las necesitas ?
- Para mañana mismo.
-Vale, mañana la tendrás. ¿ Algún favor más ?
-Bueno, viendo las horas que son nos preguntabamos si nos podríamos quedar a dormir hoy en tú casa.
-No hay problema, solo te pido una cosa.
-Claro, dime.
-Que despues de esto no volvais a mi casa hasta que todo el tema con los japo alla acabado.
-No te prometo nada, solo volveremos si es de extrema necesidad. ¿ te basta con esto ?
-Sí, si no queda más remedio. Llamaré a Marisa y que os lleve a cada uno a vuestras habitaciones. Buenas noches.- Se levantó y salió por el mismo lugar en el cual Marisa habia entrado y salido minutos antes.
Minutos después ya estabamos en otro pasillo acompañados de Marisa. Primero abrió una habitación que fue para Mike, luego la otra para Richard y por último, en frente de la habitación de Richard, la mía.
-Eres muy joven para estar metida con estos tipos.- Me dijo de repente Marisa. Parecía buena persona, no creía que hubiese ningún problema en hablar con ella.
-Esque sinceramente... no se donde estoy metida, además no me he metido yo, me han metido.
-Si quieres te puedo ayudar a huir, esto es peligroso, he escuchado que esta todo relacionado con el tema de los japos. Son de lo peor y si saben que estas con ellos no dudarán en hacerte daño.
-¿ Que es el tema de los japos ?
- Ya veo que estas aquí a ciegas. Los japos son una mafia que trafica con todo tipo de cosas: drogas, mujeres... Y si alguien se pone en su camino lo eliminan sin ningún problema y de la manera más cruel posible. Ron, es un extrafricante de drogas y un médico bastante famoso al que le quitaron todo cuando fue encarcelado. Gracias a Mike los japos no lo mataron. En cuanto los japos supieron que Mike era un espía decidieron olvidarse de Ron e ir a por él y su familia. Mataron primero a Lucía, la madre de Richard. Todo esto pasó en el extranjero. Hace ya unos años.
-¡¡Marisaaa!!
-Me he de ir, si piensas en huir de aquí solo me lo tienes que decir. Adiós.
Me dejó sola, en aquella enorme habitación. Ahora sola, podía observar la habitación con detenimiento, era más grande que mi salón. Fui mirando, todo el baño , los cajones, como si buscase algo, pero no sabía el que. La verdad esque Marisa me había asustado mucho y en lo único que podía pensar era en mi familia. En cuanto los echaba demenos y en cuanto debían estar sufriendo. En ese momento tocarón a mi puerta.
-Pase
- ¿ Estás bien Carla ?- Mi corazón empezó a latir más fuerte al escuchar la voz de Richard.
-Sí, tranquilo.- Pero era demasiado tarde, una lágrima cayó de mis ojos y se dio cuenta.
- Me acaba de llamar tú madre. Le he tenido que decir que estaba en Los Ángeles y no podía hablar en estos mometos. Carla, creo que es mejor que sepas en lo que te acabas de meter.
-¿ Me acabo de meter ? ¡ Si me habeis metido vosotros ! 
-La verdad esque algo de culpa sí que tengo... Sabía que no puedo tener una amistad porque enseguida los japos estarían detrás. Pero Carla, te quiero. Y no pude evitar acercarme a ti.- Al oir ese te quiero, me quedé asombrada, y por primera vez desde que nos habían disparado sentí un poco de felicidad.- Desde que te vi por los pasillos me fijé en ti y cuando me lanzé a hablar contigo en el parque supe que me estaba pasando, pero cuando estoy contigo me olvido de los japos y puedo, durante unos minutos o unas horas desconectar, ser feliz y amar.- Al ver que yo estaba sin palabras continuó- No tienes porque decirme nada, solo quería que supieses que te quiero como a nadie he querido y si te pasa algo.. yo.. no sabría que hacer.. supongo que lucharía y los mataría a todos y luego me suicidaría...- Ahora el que lloraba era él, tanto por la rabia como por el miedo, tenía miedo, lo pude ver en sus ojos y lo abrazé. Me acerque a su oido y le dije:
-Yo también te quiero.
Y abrazandome con más fuerza me dijo:
-Tengo miedo de perderte.